El colombiano Nairo Quintana dijo tras la etapa en La Covatilla, en la que entró entre los mejores de la clasificación general, que cree que el nuevo maillot rojo, el británico Simon Yates, "defenderá la camiseta de líder" y que el Movistar estará "a la expectativa".

De otro lado, Simon Yates, aseguró que no esperaba este domingo alcanzar el maillot rojo en La Covatilla y que, por tanto, no sabe "cuál es el plan" que seguirá a partir de ahora.

Nairo Anunció ataques

"Yates defenderá la camiseta estos días y nosotros estaremos a la expectativa. A estas alturas de la carrera no nos preocupamos, porque seguramente más adelante atacaremos para recuperar", comentó Quintana en la metaen meta.

Quintana apuntó que la parte final de la etapa estuvo marcada por el viento de la subida, en la que a su juicio "se podía ir bien a rueda" de otros corredores.

El de Boyacá destacó el buen nivel del ciclismo colombiano, la "gran generación" que completan en estos tiempos "los corredores más jóvenes" y los que ya son "un poco más veteranos", y entre los que destacaron especialmente este domingo. 

Yates, un líder confundido

"No lo esperaba para nada. Mi objetivo era mantenerme entre los mejores de la general, pero como estaba unos segundos por detrás de varios rivales para mí ha sido una sorpresa", comentó un Yates que no sabe tampoco "si es demasiado pronto" para ponerse líder.

"Como no lo esperaba, no sé muy bien cual es el plan para los próximos días. Tendré que hablar con el equipo para ver qué hacemos", explicó, en todo caso, "contento" por ver que su "preparación es buena" para esta Vuelta.

"Estoy contento, pero a ver como lo asumimos en los próximos días. Mi condición es buena. Hoy, en una etapa con final a casi 2.000 metros, he entrado con los mejores, que casi todos eran colombianos que están acostumbrados a la altura", señaló.

Además del propio Nairo, el joven Miguel Ángel López (Astana) y el ya más veterano Rigoberto Urán (Education First) también llegaron a la parte final de la competencia por delante de Yates. La pelea por la camiseta está abierta.

EFE